No crei que se tuviera que ir tan pronto y tan ràpido, de pronto ha sido como si una barredora industrial hubiera pasado de prisa llevandose las corbatas y los saludos, los abrazos y sus palabras, por mas que me pego a la pared e intento escucharlo no aparece, me recuesto de su lado en la cama intentando abrazarme a el y nada, aqui cada vez hace màs frio.
Su cepillo de dientes se parece tanto al mio que a veces se me ocurre pensar en una mutaciòn higienica dental que pueda traerlo de vuelta a casa, maldito sea el momento en que mi propio pais no pudo acoger lo que tenia que dar, maldita sea la hora en que el mundo piensa que el sueño americano es el sueño de todos los mexicanos, porque lo unico que quiero es que me diga que nada va a cambiar, que el va regresar como siempre, que no tengo que aprender a vivir con esto y que nunca me va a volver a dejar sola, solo quiero que regrese, solo quiero atarme un hilo rojo en el dedo indice para que no se me olvide que puede pasar. ¿Y que con los hilos que tengo atados en la garganta? los azules, rojos, negros y morados ya no me recuerdan nada, ademàs los putos dìas no dejan de llorar desde que amanece, parece que todo se confabula para que no me pueda evadir en nada, sin drogas, sin alcohol, sin sexo, sin trabajo, sin escuela, sin ganas.
Me repito que todo esta bien, mejor trapeo la cocina, o lavo la estufa eso lo hacia el con gusto (tal vez algun dia pueda heredar eso mìnimo), pero no te preocupes yo me encargo de que aqui no pase nada, de que mi mama permanezca lo màs cuerda que se pueda y de que mis manos duelan de tanto y de tan poco.
Te extraño
