martes, diciembre 01, 2009

Los subterraneos

Me vuelves a llamar, prosa silente de aturdidos carmines y espirales ínfimos, preciados.
Tasciturna la noche a las 3pm se cuela por la ventana del comedor, las rudas, los llantos, los ojos brillosos y las carcajadas ajenas, me disfruto en la piel negra reposando mi placer solitario, me canto y me lleno de mujer, de que más me llenaría sino de su ausencia,esa me tienta todo el tiempo a esperarle ansiosa en el umbral de cualquier sitio de la nueva casa, me prendo de los años acompañados y las colillas gastadas entre los dientes.
Los subterraneos albergan los sueños de vidas pasadas y las premoniciones universales de viejos arcanos, los de largas barbas y labios fruncidos, esos que me hablan en sueños, que me gritan nombres mágicos e incomprensibles, los subterraneos me vigilan mientras los describo, los sueño y claro, mientras le espero detrás de la puerta, algunas noches de medio día me cuentan historias de riesgo y vida nueva, a veces en días como hoy me niego a escuchar más de lo que me parece cómodo e incoloro, me justifico pensando en que las consecuencias son mucho mas que solo espaciales, y además de todo, para que? si el amor no se acaba, evoluciona a lugares "raros", se escurre entre los estantes de la cocina, se oculta en los tablones del piso y los techos altos, me acaricia la nuca con un respirar nube mientras escribo, entonces? que necesidad de pensarmelo más, hoy me decido a vigilarlos a ellos, pero no una vigilia tensa o estrecha, basta una ojeada de vez en vez para que noten la mirada que observa, finalmente los susurros no cesan, los filtros me sobran y los ojos se me llenan de futuros.

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