Ansiedad

Emblema de días turbios y machacantes, mis labios se desesperan y no capto casi nada del aire que necesito, el sudor que me perla refresca la memoria de palabras atoradas, la rueda gira sobre su eje una y otra vez, retorno irremediable a la situación enervante y la pacificadora no llega, perdió el taxi desde hace tiempo y sin forma de anesteciar, ahora su sintoma despierta boca arriba rasguñandome la razón que me obligó olvidarme de todo, Dejame en paz!!, la careta pesa un gramo más cada 7 minutos, exime las culpas y vuela furiosa a otro lugar, ¿que se siente no tener casa que habitar adalid prudente de ninguna parte?

De tarde y de medio día, de noche y siempre fuera de casa, llegas de frente y me gritas al oido, no paras bajo ningun motivo a contemplar el momento que transpasas indiferente, tus motivaciones me aturden y literalmente no me dejas vivir, ojala las escopetas fueran del fuego que necesito para terminar contigo, no eres recuerdo ni temor futuro, tal vez el cañon de presentes sea el que has escogido, conjuro las fuerzas de todas las demás veces, largate, escupe y

veme de frente.

P.