Que buen campamento, todo casi nuevo, la credencial y el primer semestre en el piso de esa escuela, escuela cristiana y yo en el tepozteco con los compañeros pachecos también nuevos, en mi experiencia nada más. Reí como nunca, rode junto a la fogata a punto de caer sobre ella, reí más, mucho más fuerte, mucho más fuera de control, ví las estrellas, escribí bajo todo ello, me sentí grande, mayor en espiritú, en ganas y en amistades... L se fué y regreso prematuramente frustrada por falta de tino, V se veía mejor que nunca, en realidad no la ví muchas veces después de eso, todos los ciclos se repiten una y otra vez después de eso, me parece que por fin se rompe ese molde frío y pesado del tercero, las veo a veces a todas en el mismo bosque y después saliendo de él a tiempo, buscando refugio delante del fuego ceniciento que corre abrumadora y vorazmente por ahi, todos estos años desde el campamento me había quedado atrapada en el lugar de la gran fogata, viendo fijamente la misma luna sin estrellas, dejando pasar los días y las estaciones sentada en el mismo lugar, fumando hierbas de vez en cuando y respirando el humo de mi propia respiración, hoy se que por fin puedo correr también delante de ese humo fulminante, delante siguen estando los mismos tuneles largos y polvosos, delante hoy esta todo, atras también, atras la noche del pasto y el vertigo desconocido de una pipa de agua, ¿diciembre y que? ¿"nuevo" presidente? ¿y que? Hoy se terminó el semestre!
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