Los resúmenes tienden a dejar de lado-en realidad omiten- detalles precisos que hacen de toda historia digna de matices una cronología, en el mejor de los casos, o una sucesión de eventos inconexos y probablemente incomprensibles en la superficie. Así pues esto no podría ser un resumen, es más bien un recordatorio, una breve remembranza de los marcadores, que como en un libro, resaltan aquello que prefiero llame mi atención al releerlo alguna vez, cosa que no sucederá pronto ya que extrañamente releo mis letras cercanas a su nacimiento, prefiero que pierdan la inocencia con el paso de los días, tengo la creencia de que su timidez se difumina de a poco cuando se asienta el océano al que fueron entregadas.
Así pues me entrego a la tarea abrumadora de repasar un año apretado por tuercas tan distintas unas de otras, que me ha llevado meses empezar a entender la lógica que necesito para tantas herramientas.
Me sudan las manos y cierro los ojos, estoy hasta el borde de café y el cigarro ya me quema los dedos, las cortinas impiden el día en esta habitación humeante y fría, pero la empresa debe continuar, estas líneas deben ser escritas para liberar la fuerza contenida en los hechos que las preceden y así, sólo así, en la remembranza y la re-flexión encontrar las pistas y las llaves a los cofres enterrados, las marcas en este gran mapa de sucesos y la posibilidad de navegar a algún destino ya decidido, aunque aún no lo sepa (sapere).
El año comenzó con atisbos de continuidad, intentando parchar agujeros de pasados inconclusos, buscando reconstruir aquello que se había rasgado en esa, nuestra playa favorita, y el resultado sin duda fue un viaje como siempre maravilloso, pero que ambas entendimos como una despedida anticipada a nuestros mejores momentos juntas -perdón, una lágrima traiciona mis intenciones fundamentales, pero pensándolo mejor, no hay mejor forma de honrar la verdad que con lágrimas de melancolía- y así el regreso, fue todo menos eso.
A partir de ese momento mis días comenzaron a tornarse en remolinos asfixiantes y dolorosos, me observo de nuevo y el pecho se me comprime, el corazón me corre en latidos atrabancados, resuelvo seguir fumando y no parar de escribir por más difícil que este resultando hasta ahora.
Mi madre estuvo a punto de morir en mis brazos más de una vez este año, viví con el temor continuo de perderle y así fue de a poco, dejo de ser ella en tantas formas, y después de largas horas a su lado en la cama de un hospital, después de sentir que pasaba todo como una pesadilla abrumadora e inevitable, la lleve a casa y me convertí en algo que también desconocía, atravesé las puertas de lo desconocido y me petrifique en pérdidas continuas, entre los muertos de tal batalla: los amigos, su memoria, mi corazón, y a veces hasta la fuerza matutina.
Pero la vida a veces es así, intempestiva y tormentosa, me cubrí con un halo de sueños rotos, de lágrimas nocturnas, de ansiedad irremediable y entre tanto, se coló el vacío y el miedo por la ventana.
El hospital en el que mamá permaneció no es el único que vio mis pasos y mis lágrimas, esta de más decir que mi salud se ha visto comprometida desde hace tiempo, sin embargo fue este año en el que tuve que vivir una cirugía mientras mamá estaba grave, y los "amigos" venían a hacer declaraciones sin sentido a la cama del hospital.
Sobrevivo a eso y aprendo que al final del día, no pasa tanto, la recuperación fue rápida -sólo de la cirugía- y el dolor aprende a transformarse en fortaleza.
Sería una mentira, no sólo una omisión, decir que dentro de tanto sólo reinó la sombra, porque las estrellas se encendieron siempre a tiempo y muy probablemente sin ellas, el camino en realidad hubiera sido imposible, y tal no fue el caso que hoy estas palabras están a punto de ser lanzadas en una botella al océano azul.
Conocí personas bellas, llegaron a mi vida y han iluminado a tiempo mis momentos obscuros, desde el momento mismo en que hospitalizaron a mama, supe que no estaría del todo sola, gracias a todas las personas que tomaron mi mano y secaron mi llanto, no importa si fue sólo por un momento, se quedaron quienes así lo decidieron, y partieron emocionalmente quienes así también tenían que hacerlo; todos fueron una lección perfecta, aún hoy lo son sin saberlo.
-Gracias por ese viaje a Querétaro que probablemente salvo mi vida, gracias por estar el tiempo perfecto y demostrarme que la fuerza que tenías, esa que te hacia mantenerte cerca, es una que se adquiere a través de experiencias duras, no guardo más que cosas bellas al respecto. Los finales suelen ser así, y hoy me alegra saber que eres feliz.
-Gracias vida por encontrarme con una aventura del tamaño de mis fantasías secretas, las palabras clave en todo eso: hoteles y aeropuertos. Tanto desinterés y magia fueron excelente puerta de fuga para las noches solitarias.
-Estrella azul, todo un placer vivir ese atisbo de luz, regresar a la ciudad y saberte cerca es un respiro fresco y me provoca sonreír cada vez.
-Aunque no recuerdes el encuentro, hemos hecho que todo lo demás ya nos trascienda, eres una de las cosas más lindas que me ha sucedido este año, justo cuando la vida comenzaba a transformarse, has estado en los momentos importantes de formas insospechadas, gracias por compartirme y dejarme entrar.
-Me has dejado compartir contigo el nacimiento de tu hijo, eso es ya algo por lo que siempre viviré agradecida, eres mi familia, una luz gigante y una compañera a la que admiro de tantas formas, gracias por seguir aquí, me enseñas tanto todos los días.
-No tenía primas antes del año pasado, coincidir contigo en circunstancias tan particulares es otro regalo del año, gracias por tu confianza y sabe bien, que a pesar de todo, la familia permanece intacta, aquí sigo presente para ti.
-Vives en Australia y la distancia en los momentos más difíciles no se sintió jamás, gracias por dejarme ver tu fuerza para volar lejos y perseguir tus sueños. Estoy siempre orgullosa de ti.
-Solecito, aún hoy sigues iluminando mis días siempre con palabras dulces, de que para ambas ha sido un año de pérdidas, y el que continúes aquí es un faro, para nosotras siempre luz, café, cine y buenas letras. Mi amor por ti permanece intacto.
-Mis amigas de este año, todas han sido ya compañeras en el momento más trascendente de mi vida, conocí a una pareja extraordinaria que demuestra cada día que el amor es la única forma de resistir en un mundo lleno de complejos y prejuicios, gracias por siempre hacerme sentir bienvenida en su casa, por los cafés y los voshkas, por sus oídos amplios y sus abrazos dulces.
-Una niña bella que entre viajes interiores y no, se demuestra todo el tiempo que es más fuerte de lo que parece, y esas pestañas son la ventana perfecta de un alma dulce y armónica.
-La pequeña que me acompaño mañanas difíciles en el hospital con mamá, un Rubick y que siempre tiene sólo pensamientos bellos para mi, gracias por tanta incondicionalidad, eres todo un regalo.
-Sé que para ti no es fácil confiar, gracias por verme y darte cuenta de que por acá no corres peligro, ambas seremos "masters", pero eso solo nos vuelve alumnas aplicadas de la vida, gracias por las charlas, el compartir y las conexiones.
-Encontrar una compañera de vida en el momento perfecto no es sólo compartir un espacio físico, gracias por dejarme verte, por permitirme ver tanta luz y sus posibilidades, manifestaciones y la sensación de sentirme cuidada. Siempre tendremos café por la mañana.
-Sin guías el espíritu a veces esta tentado a dar vueltas en círculo, gracias por mostrarme las posibilidades Mayas y la sensación de certezas otra vez, agradezco a la vida cada día por tenerte cerca.
-Los reencuentros y el momento preciso nos tienen hoy aquí, gracias por ser el equipo que tanta falta hacia en momentos importantes, gracias por decidir quedarte y no dejarme caer en esos pensamientos obscuros sobre las amistades del pasado.
-Tú eres aún todo un misterio, y de alguna forma tras largas caminatas por la Roma y letras sin correspondencia, arte y tinto, agradezco que seas esa sensación de dulce incomprensión que me regala sonrisas, este año eres toda una sorpresa.
-Los amigos que decidieron quedarse, para ustedes siempre mi amor, son brazos fuertes en mis largas noches y sonrisas profundas en la luz de mis días. Gracias por permanecer cerca, la distancia sin duda nada tiene que ver con los kilómetros y el tiempo se escurre entre teorías que no existen.
-Sin conocerme más que un par de intercambios en los pasillos de la facultad me regresaste la esperanza en la filosofía que creo, me invitaste a tu casa, me escuchaste y me cobijaste con la idea de una tesis que me emociona y atraviesa mi vida, gracias por confiar, gracias por decidir que hay algo en mi que aporta a lo tanto ya dicho. Es todo un honor saberte una guía y una amiga.
-A ti, gracias por no dejarme sola, por ser la lección más difícil y permanecer tomando mi mano, por las sonrisas, las coincidencias y la esperanza, mi corazón es tuyo desde hace tanto que es su naturaleza imantarse siempre en tu dirección. Gracias por tanto, lo inefable no se diluye, siempre se manifiesta, la vida no nos separa, sólo nos enseña.
-Sigues aquí y eres el parte aguas de todo este año, hoy y siempre cuentas con mi amor, mis cuidados, mi comprensión -aunque a veces seas, aún en tu condición, mucho más paciente que yo-, ahora eres la maestra consumada que necesitaba tanto sin saberlo. Te amo más que nunca, y eso es ya una paradoja.
Ahora tengo un nuevo espacio, un departamento marcado por un número-destino, el 13, tal cual el año que termina.
Entonces definitivamente esto dista gigante de ser un resumen, es más bien una especie de elogio necesario hacia un año cargado de lecciones, la prueba por supuesto sigue su cause, este río es continuo y desemboca sólo en momentos trascendentes; es el camino el que transforma, es la vida la que se manifiesta, es la luz el cálido faro que ilumina los destinos, son ahora las sonrisas el alimento que me tiene con vida cada día.
P.