miércoles, agosto 18, 2010

LOST

Estoy hasta la madre de este distubrio mental, esteril, sin sentido, con todo el sentido de perderme, de caminar sobre puentes sin encontrarme, de caminar en serio o de pararme sobre un circulo lleno de tierra, con un tres enfrente, con un pozo, con un coche ruidoso que me recuerda todo el tiempo que las manos me cuelgan junto al cuerpo y que el vaiven de mi corazón bombea más rápido de lo que alcanzo a comprender.
No se ni como explicarmelo, no podemos esar juntas, no como queremos, no puedo entregar lo que no tengo y hoy la taza de café huele menos dulce que de costumbre, no puedo fingir que los cambios se disuelven en el aguamarina de las gotas de lluvia, tan inexistentes como la misma posibilidad de regreso condescendiente y tranquilizante.
Te quiero tan mía y no sé cómo, no encuentro por ahora el camino a casa, lo que conocía como tal se me derritió  entre los dedos con el calor y la velocidad de este trayecto, y todos los derroteros que me empujan presiento son hacía la nada, a la espiral azúl que tanto me brilla de noche y que en apariencia suena vacía, pero dulce... dulce.
Estoy dividida en tantas partes, unas pequeñas y fáciles de acomodar, las demás grandes y agulosas, tantos colores que perdí noción del instructivo, lo que se suponía una piramide se ha tornado en una torreo de babel.
A las 10 muero por besarte y robarte toda esencia conocida y por conocer, jugar a amarnos y desarmarnos, cambio de huso horario y necesito kilometros de espacio para jugar conmigo a laberintos intríncados en los que la única que se pierde y se encuenra soy yo,esta profunda desconocida que me quita el sueño y me reclama mi falta de certeza y avidéz.
Quiero dormir sin nada más que humo y aromas de amores de siempre.
P.

2 comentarios:

  1. Anónimo10:32 a.m.

    Eres fantastica escribiendo, eres fantastica haciendo y deshaciendo y puedo leerte una y mil veces siempre entendiendo distinto tus conceptos tus encantos tus manias tan tuyas y tan mias te quiero no sabes cuanto

    ResponderBorrar
  2. Anónimo10:20 a.m.

    Cuando leo declaraciones como esta, me siento acompañada de mi también falta de certeza y avidez. No se porque pago terapeuta si puedo regresar a este lugar en donde logro comprenderme. Mi conclusión, es que amamos el caos, siempre queremos que sea parte nuestra. Tenemos forma de encontrarnos, pero no lo hacemos porque ese caos del que tratamos de huir nos reclama y nos gusta que lo haga. Estamos con la persona inadecuada... que importa si es la que nos provoca las sensaciones que amamos y nos hace sentir perdidos. ¡Dónde iremos a parar!

    ResponderBorrar