lunes, diciembre 31, 2012

2013

Que las sombras se disipen, y que las que acechan, solamente sean ayudantes de claridad para la luz de los días.
Que los ruidos se tornen en música y los amigos libros, los mejores, nos encuentren en el momento justo.
Que los cielorrasos sean de azules infinitos para salir volando lejos, que las compañías sean faros y la familia del corazón este presente.
Que los silencios sean cómplices, y los relámpagos nos despierten únicamente para admirar las noches estrelladas.
Que los resplandores desnudos sean los motivos cotidianos y que decir adiós a los mundos fenecidos nos libere y nos de paz.
Que nada nos desoriente, que las auroras permeen los sueños, que las parábolas sean columpios y el fluir del universo nos cobije sin miedos.
Deseo que el vacío escarchado nos contenga, que la distancia sea inaudible, la oquedad insonora y el reposo siempre reconfortante.
Deseo con el corazón arte y poesía inefable para todos los que amo, lluvias y escalofríos de emoción incontenible, paz y ventanas abiertas a la imaginación de los deseos más anhelados.
Poros erectos, carcajadas delirantes, entregas sin restricción y amores eternos cada minuto del día.
Conciencia despierta que nos permita entrar en comunión con el alma que nos conduce, venas ligeras y asfaltos delicados para los momentos de aprendizaje; arena en los zapatos que nos recuerde los caminos y las palabras del horizonte, pupilas prestas y labios precavidos, pero ante todo, la magia de cada instante que nos permita hacer una pausa y agradecer por habernos conocido.
P.

domingo, octubre 21, 2012

Ineludiblemente me dueles

Silencio corrompido por la incertidumbre de estos días.
Que estoy haciendo?
Ahora más clara que nunca, la necesidad de creer en el amor como lo he pensado desde hace tiempo.
Lo hiciste bien, jugaste exacto con las cartas que más duelen, no lo esperaba, no le vi venir jamás... Punto para ti en estrategia de emancipación.
Ojalá los fantasmas no se aparecieran de noche; quien sabe... Tal vez esto en lugar de ser demasiado simplemente no fue suficiente.
Seguro hay alguien más, seguro ni entiendo nada, odio tu miedo y me odio por no poder hacer nada.
La falta de respuestas es más dolorosa que los hechos que podrían manifestarlas, mansamente... Insoportablemente.
P.

sábado, octubre 20, 2012

Es posible

Relativizar el movimiento por la mañana... Buenos días P!
Entender que también el tiempo tiene que ver, definitivamente, con su movilidad o por lo menos con nuestra idea al respecto ha resultado una Epifanía de sábado por la mañana, y al menos por ahora, entre arena volátil, interfones descompuestos y un sol velado tras la cortina, me ha resultado reconfortante.
El cambio, el tiempo, la identidad, el movimiento... La dualidad; las paradojas.
A veces parece que éstas realidades siempre interpretadas, podrían ser parte de un solipsismo a cuestas, incomunicables, perturbadoras, "inexistentes".
Podría pensar en cuentos que empiezan una tarde en un café de la esquina, con el ocaso a cuestas y las manos frías; podría escribir por qué, pesar de todo, me insinué dispuesta a continuar haciendo historia con ella en cada letra, a esperar que el destino me encontrara, a escribir flirteos explícitos en las noches de principios de otoño y regalarnos muertes en secretos lugares de colores vibrantes... Podría escribir como tantas veces una historia que en principio fuese perfecta.
Podría... Las posibilidades siempre se abren ante la menor provocación, hoy sin embargo, prefiero leer las señales de un juego de niñas que se acechan y se descubren a voluntad; incluso es casual pensar en dejar de lado mi idea actual del amor que florece en libertad y sin contratos... Así no, así por qué? Con qué poderes alquímicos le ha dotado la historia, el rumbo, el parque, los libros?
Si, podría escribir tanto como quisiera sobre obviedades que no existen... Sobre las amantes cotidianas, los besos quebrados en las comisuras, los retos ganados y los coqueteos que niego un día si y otro no; podría si quisiera reinventarlo todo a partir de la palabra mía, de la que guardo despacio bajo el colchón de memoria durante meses enteros, podría decirte que tienes razón y es mejor filialmente pasear sin intenciones prácticas de llegar más lejos, podría si quisiera, decirte toda la verdad que aún no mereces para verte correr cual ráfaga y disfrutar entonces de una noche estrellada, de tus pies en polvorosa buscando el regreso a nunca jamás...
Y así, después de intensidad en letras, me abandono a todas las posibilidades en cada gota salubre que recorre mi pecho blanco, me sorbo las ganas de hacerte mía de nuevo, porque nada posee aquel que entiende que no puede ser poseído por nada tampoco.
P.

viernes, octubre 19, 2012

Melancholia

Me temes, prefieres no verme, y cuando menos lo esperas salto sobre ti, te hablo cerquita del oído y cedes ante todo lo ineludible que soy.
Tu también tienes un pasajero obscuro, ronroneo y te acecho con los ojos duros y la mirada perdida porque se que al final regresas, hundes tu rostro en las filigranas de sangre que me recorren y me acaricias despacio, sin tiempo y sin medida.
He sido tema de tu análisis, de soliloquios y cafés amargos, de tu huida.
Aquí te espero siempre, lo sabes, segura de que no vas sola, camina despacio, y aunque te tome más tiempo llegarás rendida y me suplicarás que te tome por completo y de una vez por todas, como antes... Ese sueño se reconstruye cada noche llena de melancolía.
P.

Aparición

Desaparecer, de forma paradigmática es dejar de estar; eso implica haber estado en un primer momento y después, dejar de estar o dejar de aparecer, existir. Estamos hablando de una desaparición ontológica? Fenoménica?
Al desaparecer de la memoria de alguien entonces dejamos de estar en esa persona?
Recuerdo la máquina de desapariciones (buscar en escritos de antaño en este blog) entonces en la memoria y sus efectos alucinatorios, selectivos, solos somos hologramas interpretados, abusamos de la palabra realidad, de nuestra calidad de "actual", de todas esas paradojas de los mundos posibles, la identidad, la existencia...
Si dejas de nombrarme también desaparezco.
En algunas culturas cuando alguien muere, se deja de pronunciar su nombre bajo pena de condenar a la comunidad al azote de la mala suerte. Entonces desaparece de la vida, de la cotidianidad, se borra su registro mnemico, se extrae como un bloque de realidad que entonces deja de tener calidad de actual.
Vuelvo a pensar entonces, las paradojas de la memoria y la existencia.
A veces despierto con unas profundas ganas (como antes) de desaparecer, sólo un tiempo, tal vez un par de minutos; en otros momentos quisiera desaparecer por siempre de la memoria de alguien, y así dejar de aparecer de a poco en la memoria colectiva.
Claro que viene a mi mente el efecto mariposa, y entonces caos; nacimiento a partir del caos.
Puede acaso uno dejar de existir para adentro? Me refiero a dejar de existir para uno mismo, perder el yo sería un acercamiento acaso.
Identidad personal coartada en la línea del tiempo, sobrexposición entonces igual a reinvención.
Cuantas vidas en una sola vida, cuantas muertes en una sola vida, cuantas Priscillas en la memoria de una sola persona.
P.

jueves, octubre 18, 2012

LDMEGG

Sentada en el sillón de la biblioteca te platico mentalmente cuanto recuerdo mi infancia contigo, cuanto te quiero y cuanto te extrañe durante años... Hoy parece no importar nada de eso y a la vez importa mas que nunca.
Me hubiera gustado tanto llevarte ayer lejos de ese hospital, llevarte a tu querido pueblo con tu viejo y tu pozo profundo, llevarte a los terrenos de la casa de tu madre para que recordaras aquella casa grande con sus arcos y su tierra limpia, verte sonreír al abrir la puerta del zaguán y encontrar tus plantas crecidas y abundantes...
Paso poco tiempo y fuiste al encuentro contigo, así, con un brazo roto y sin despedirte; hoy te lloro y me lloro, nos faltaron años, nos faltaron días sentadas en la casa grande para escuchar tus relatos de niña, de mujer de fuego, sufriente y dócil ante el cabron que te sustrajo de tus sueños de niña, madura y roble ante todo aquel que intentara repetir la historia. Te me fuiste lejos desde hace tanto, te extrañe desde hace mucho.
Te despedimos en uno de esos rituales de exequias habituales, tus rosas, la foto con tu amado, tu vestido de manta, los abrazos-los extraños, lo fingido del reencuentro en esos casos, las miradas frías, los adioses callados.
Tus hermanas fueron a verte, las que quedan vivas, casi nadie me reconoció, y el anonimato en este caso parecía una bendición tajante.
El lugar seguro lo reconocías, años atrás ahí mismo despedimos a tu viejo amor, las mismas velas falsas y los sillones negros, la misma atmósfera enrarecida, las manos nerviosas y el adiós en todas partes.
Hable contigo antes de que partieras, lúcida o no, despierta o no, te dije cuanto lamento aún lo que paso en aquellos tiempos, te dije cuanto amor te cubrirá siempre desde mis ojos al final de mis propios tiempos.
Se cierran ciclos que duelen, se cierran círculos cuadrados, se cierran puertas invisibles y te palpo mientras las manos con cuidado.
P.

lunes, marzo 19, 2012

SOY

Sol, luna. Tormenta.
Luz reflejo, sombra y compás.
Melodía de tonos altos y silencios en cuestión.
Reflejo de mis tiempos, rojo y azúl caribe.
Viento de media tarde y estrella del alba.
Fuerza-instinto-razón.manía.
Esponja marina, hielo con rumbo, ventana con aristas impecables.
Sonido incidental y orquesta de laúd.
Cuerda afinada a fuego lento en tensión precisa.
Moléculas inquietas y hambrientas del mundo que ellas mismas contienen.
Rayo de luz atravezado por todos los colores del caleidoscopio al andar.
Movimiento infinito y deseo continuo.
P.

viernes, febrero 03, 2012

Escribir-te

No quiero competir en una carrera conmigo misma. Un hecho! ¿cómo se vuelve al hecho?, ¿interesarme por el acontecimiento?...
Tanta falsa inspiración, espero que llegue la verdadera y pueda tomar conciencia de ella, a veces es devastador querer adentrarse hasta el límpido yo. Y cuando el yo comienza a no existir, a no reinvindicar nada, comienza a formar parte del cielo y los árboles de vida: tal vez eso es lo que debería aspirar al final. Olvidarme de mi y vivir sin tregua.
Tengo miedo de escribir, es muy peligroso. Peligro de hurgar en lo que está oculto, pues el mundo no esta en la superficie, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades de este mar.
Entonces quiero instalarme en el vacío, en ese donde existo intuitivamente. Aún así es el vacío más peligroso: de el extraigo sangre.
Tengo miedo de la celada de las palabras: las palabras que digo o escribo esconden otras, ¿cuáles? Tal vez alguna vez las diga y alguien las comprehenda. Esto es como lanzar una piedra al fondo de un pozo.
Meditación suave y leve sobre la nada. Quiero una libertad íntima, una que se compare a cabalgar sin destino a campo traviesa, estar libre de destino, que no haya arruga alguna en el espíritu, explayarme en espuma fugaz.
Llegar al umbral de la palabra nueva, sin valor para exponerla. Escribo de forma simple y desnuda, por eso hiere. Un paisaje azulado y gris, me elevo en la fuente seca y en la luz fría.

domingo, enero 29, 2012

Encargo


No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.


Cortazar

viernes, enero 13, 2012

Ráfagas en tren

Veo de cerca partir el tren del sueño en que pretendo permanecer, claramente distingo su estructura de metal craquelado y firme, las puertas ya cerradas de todos los vagones, camuflajeados de escenas lúcidas y brillantes, las ventanas claras que me observan de regreso.
Cierro los ojos apenas y me traslado a los asientos privilegiados de nuestra historia juntas, recuerdo a la perfección cada detalle del vagón en que dimos vuelta el mundo de la mano de la otra, las alfombras, el paisaje continuo que se desvanecía instante tras instante por lo vertiginoso del viaje mismo, la neblina en las estaciones invisibles y el portaequipaje en donde solo basto un globo y un cepillo de dientes (un par de burbujas que ví de reojo no me dejan mentir), todo estaba dado porque el viaje siempre fue reminiscencia de los tactos que nos llevaron a encontrarnos en ese camino de curvas (esas que nos acercaban peligrosamente) y rectas (que nos regalaron las charlas cercanas, bañadas de complicidad y brindis de entendimientos mutuos).
La luna brilla fuera y dentro como luciérnaga testigo de tanto cuerpo, sueño, realidad en movimiento y ráfaga de necesidad asistida.
Yo te hable oraciones enteras y mientras me deshice entre tus dedos precisos, me abrí  ante posibilidades de viajes cercanos y certeros, y así, desnuda en este anden, abro los ojos maleta en mano, y enciendo el cigarrillo de la promesa que acecha, mientras el viento de la partida de este tren me recorre la piel y la memoria, me mueve el cabello y me regala tu sonrisa en la última ventana que aún distingo claramente.
P.

sábado, enero 07, 2012

Me pasa también que no sé como empezar a escribir esto... tengo miles de notas sueltas, tengo momentos grabados en las palabras, imágenes que no se diluyen... y no es que me de miedo, es que creo que no le podría hacer justicia a los recuerdos... pero escribir no se trata de lo que es justo o no, se trata de hablar conmigo e intentar creer que no todo es sueño, o pensar que el sueño es mejor la realidad.
No creas nada de lo que te digo... y si te enamoras y desenamoras con enorme facilidad, es un regalo el poder sentir tanto, enamorate de mi y desenamorate de esto cuantas veces sea necesario, sientele y dejalo ahi, doblado junto a la ropa antes de dormir, y si a la mañana siguiente sientes la necesidad de llevarlo contigo tomalo y vístete de él, pero si la mañana te permite amanecer con otros brazos en tu espalda o los alientos magníficos de nuevas rodadas de distancia, guardalo bajo la almohada, ahi permanecemos para ti, ahi en dónde siempre te espero y te enumero, en dónde nació esto hace siglos sin nosotras haberlo pensado siquiera, porque el nosotras no es algo que exista antes de nosotras mismas o si?
P.