viernes, diciembre 04, 2009

Ansiolítico

La paz esta sobrevaluada?
Me refiero a esa especial y muy personal manera de "estar", ultimamente me veo acechada por un fantasma sobrecogedor que me persigue a veces incluso al despertar, es una especie de sombra, voz, más bien sensitiva que me recorre desde los pies, se trunca en las pantorrillas y tiende a estaiconarse por momentos en el estómago o cuando se le da la gana me cimbra manos, brazos, hombros y espalda... he ahi la razón de mis ultimos connatos de dolor de cabeza, entre más me concentro en desterrarlo más se aferra a ocultarse en cualquier sitio esperando curiosamente no un descuido sino lo contrario, una atención perspicaz para saltarme encima y llamarme al miedo y la tensión.
Cuando de plano se pone extrema no me deja tragar por miedo a ahogarme con mi propio miedo, no se aún dialogar con "eso", creo que nuestra comunicación se basa en el yo te olvido y tu haces como que te fuiste pero en el fondo todo sigue igual, tengo una semana y media intentando mediar y tranquilizarme con mantras de antaño pero no parece funcionar, alguien tiene una pildora sustiuto que me pueda recomendar???

martes, diciembre 01, 2009

Espejo


Los subterraneos

Me vuelves a llamar, prosa silente de aturdidos carmines y espirales ínfimos, preciados.
Tasciturna la noche a las 3pm se cuela por la ventana del comedor, las rudas, los llantos, los ojos brillosos y las carcajadas ajenas, me disfruto en la piel negra reposando mi placer solitario, me canto y me lleno de mujer, de que más me llenaría sino de su ausencia,esa me tienta todo el tiempo a esperarle ansiosa en el umbral de cualquier sitio de la nueva casa, me prendo de los años acompañados y las colillas gastadas entre los dientes.
Los subterraneos albergan los sueños de vidas pasadas y las premoniciones universales de viejos arcanos, los de largas barbas y labios fruncidos, esos que me hablan en sueños, que me gritan nombres mágicos e incomprensibles, los subterraneos me vigilan mientras los describo, los sueño y claro, mientras le espero detrás de la puerta, algunas noches de medio día me cuentan historias de riesgo y vida nueva, a veces en días como hoy me niego a escuchar más de lo que me parece cómodo e incoloro, me justifico pensando en que las consecuencias son mucho mas que solo espaciales, y además de todo, para que? si el amor no se acaba, evoluciona a lugares "raros", se escurre entre los estantes de la cocina, se oculta en los tablones del piso y los techos altos, me acaricia la nuca con un respirar nube mientras escribo, entonces? que necesidad de pensarmelo más, hoy me decido a vigilarlos a ellos, pero no una vigilia tensa o estrecha, basta una ojeada de vez en vez para que noten la mirada que observa, finalmente los susurros no cesan, los filtros me sobran y los ojos se me llenan de futuros.