jueves, agosto 08, 2013

Sin miedo

Confiar en el futuro requiere un profundo ejercicio de incertidumbre constante, si algo he aprendido este año es que la vida cambia en un segundo sin previo aviso y las lecciones más fuertes de aprenden así, de forma intempestiva. No pretendo ya escribir al respecto de forma fastuosa, todo lo contrario; el huracán ha dejado vestigios de realidades pasadas, fragmentos de duda, miedos nocturnos y arribos inesperados. 
La palabra del día es confianza. Y como no puedo confiar en lo que no he vivido, decido confiar en las semillas de lo que he sembrado en el pasado, esa es mi mejor y más sagrada decisión al día de hoy. 
Confío en mi, confío en nosotras, en lo que nos ha pasado, en el encuentro, en el momento que nos toca vivir, confío en lo que sembramos, en el mundo que descubrimos, en nuestra historia y en  el eterno retorno. 
Decido hoy vivir sin miedo, esa es la prueba de amor que nos toca atravesar, decido no esperar a que suceda, sino decidir que lo que nos paso nos trasciende, nos habita a cada momento y nos permite vivir lo que nos toca de la forma en que decidamos hacerlo. 
Soltar es justamente eso, confiar. 
Las pruebas continúan, el amor no se estaciona, se madura, se crece, se habita a cada instante. 
El miedo de a poco me abandona, la caja de Pandora se abre y la esperanza sin forma es la que abandono, abrazo la otra, la que me sostiene respirando de pie a la distancia. Una distancia que nos permita movernos, pero que nos de la certeza de la presencia inminente también; porque ahora la mejor forma de caminar es viendo hacia arriba permitiéndonos la oportunidad de ver cómo todo se mueve al mismo tiempo, porque el tiempo en el espacio no existe, porque el tiempo que creamos es sólo nuestro y para cada una. 
Las lágrimas ahora serán jugos de remembranza pero no de pérdida, son ahora mismo el elixir de las batallas que ganamos, las ganas de volver a sentir las nubes atravesando las ventanas, de escuchar el mar cada noche, del vaivén de una cama que no se detiene ante los sueños compartidos al alba. 
Seamos, dejemos que fluya la vida y nos atraviese, hagamos planes, deshagamos las expectativas, sanemos por dentro, contemplemos las cicatrices y esbocemos sonrisas inventando historias para cada una.
Así el amor en los tiempos de cambio perpetuo, así mis letras sin promesas de por medio y con el latir de mi corazón en cada rastro que ellas dejan. 
P. 

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