lunes, julio 14, 2014

El vuelo nocturno

Cuando hago consciente que las certezas son minúsculas, las dudas entonces se disipan. Frente a mi el horizonte de un nuevo mundo, de horizontes antes imaginados y hoy a unos cuantos pasos de distancia, las posibilidades se engendran caminando, el árbol de sueños se propaga como una enredadera que crece libre al pie del acantilado de mis sueños. 
Así ahora los cambios, así también la toma de decisiones, por fin se abren los caminos y los medios para acceder a ellos. 
Es hora de desplegar las alas y dejar que los pies abandonen el piso conocido, el vuelo empieza corriendo un poco en tierra firme, y después perdiendo el miedo para tocar las nubes. 
P. 

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