martes, abril 01, 2014

Deleuze y un poco de cine

Partiendo de la pregunta que se hace Deleuze en su texto ¿Qué es la filosofía?[1], y de la respuesta que él mismo considera, podemos decir que la filosofía es creación de conceptos, y el concepto es un tubérculo, siempre móvil y mutable; todo concepto nace de una experiencia singular. Así pues al pensar el cine desde aquí, podemos decir que solamente se podría expresar mediante conceptos propios a la peculiaridad de éste, vale decir, lograr tener una experiencia textual de la "imagen cinematográfica"; la filosofía no descubre qué es el cine, no le muestra su verdad, la filosofía produce "conceptos cinematográficos", no extrae una verdad de la imagen fílmica, ni la interpreta, sino que piensa por imágenes creadas a partir de la cualidad del cine como arte: el arte de las imágenes en movimiento.[2]
No existe algo así como un "objeto cine" y un sujeto que haga ciencia de él, de lo que se trata en torno al cine, es de apreciar la existencia de la imagen independientemente de la percepción que de ella se tiene, pues el mundo mismo es una imagen en la que estamos ya implicados y en el que ya no es posible distinguir el punto de vista del contenido, que no significa que el mundo que es imagen sea un doble del "mundo real".
Lo propio del cine es producir imágenes que son irreductibles al modelo de una percepción subjetiva.
La peculiaridad de la expresión cinematográfica nos muestra en un principio el vínculo entre el hombre y el mundo, sus anhelos, sus deseos de transformación del mundo por el hombre mismo. Ahora, sin embargo, no creemos en el mundo. En el estadio actual hemos asistido no a la pérdida del mundo, sino a la pérdida del vínculo con el mundo: "el hecho moderno es que ya no creemos en este mundo, ni siquiera creemos en los acontecimientos que nos suceden, el amor, la muerte, como si nos concernieran a medias. No somos nosotros los que hacemos cine, es el mundo el que se nos aparece como un mal film (…) lo que se ha roto es el vínculo del hombre con el mundo. A partir de aquí este vínculo será objeto de creencia: el es lo imposible que puede volverse a dar en una fe. La creencia ya no se dirige a un mundo distinto, o transformado. El hombre está en el mundo como en una situación óptica y sonora pura. La reacción de la que el hombre está desposeído no puedes ser reemplazada más que por la creencia. Sólo la creencia en el mundo puede enlazar al hombre con lo que ve y oye (…) lo seguro es que creer ya no es creer en este mundo, ni en un mundo transformado  Es simplemente creer en el cuerpo. Devolver el discurso al cuerpo y, para eso, alcanzar el cuerpo anterior a todos los discursos, anterior a las palabras, anterior al nombramiento de las cosas.”[3]
Para Deleuze, la imagen cinematográfica no solamente puede recobrar el vínculo con el mundo, sino hacer un mundo liberado de los discursos que impiden su devenir. Esta es la posibilidad del arte y de la filosofía: producir encuentros, afectos "que nos hagan querer crear".
El proyecto de Deleuze es obtener una “esencia” del cine, describir lo que le es propio, analizar cómo y según que modelos el cine piensa directamente en las imágenes. Esta clasificación gira en torno a dos conceptos clave: imagen-movimiento y la imagen-tiempo.
El concepto de imagen-movimiento permite situar en una perspectiva los debates al respecto de la relación entre el montaje y el plano así como la relación entre cine y narración, quiere decir imagen cinematográfica al cuál le es inseparable el movimiento mismo y esto la hace diferente de la imagen fotográfica.
“La imagen-movimiento es el objeto, es la cosa captada en el movimiento como función continua. La imagen-movimiento es la modulación del objeto mismo.”[4]
El concepto de imagen-tiempo, en cambio, permite dar cuenta de la mutación que ocurrió en el cine de posguerra, la fractura entre el llamado cine “clásico” y el cine “moderno”.[5]
La articulación entre estos dos conceptos traza una línea de unión interna en la historia del cine y al mismo tiempo una articulación entre el cine y las otras artes con un cierto estado del mundo.
“Los Estudios sobre cine no son una historia del cine sino una historia de cómo el cine ha logrado su especificidad artística, sus propias formas de creación y sus propios recursos expresivos, que es a su vez, la historia de cómo se ha emancipado de las otras artes, para construir un discurso original que introduce nuevos elementos; montaje, imagen, sonido, efectos especiales, etc.; que a su vez requieren de una conceptualización propia, es decir, la creación de nuevas categorías: filosofía o estética del cine.”[6]





[1] Deleuze, Guilles, Guattari. “Qué es la filosofía?” Trad. Thomas Kauf Url: http://es.scribd.com/doc/63115/Deleuze-Y-Guattari-Que-Es-La-Filosofia

[2] Landeta, Mardones Patricio. “Consideraciones para una estética del simulacro en Deleuze” en PSIKEBA, Revista de psicoanálisis y estudios culturales. Argentina. Url: http://www.psikeba.com.ar/
[3] Deleuze, Gilles,”Imagen-tiempo, estudios sobre cine II”, Paidós, Buenos Aires, 2005, p. 230-231
[4] Deleuze, Gilles, “Imagen-movimento, estudios sobre cine I” Paidós, Barcelona, 2009, p.46
[5] Marrati, Paola. “Guilles Deleuze, Cine y Filosofía”. Nueva Visión, Buenos Aires 2006, p.8
[6] Rangel Espinosa, Sonia. “Lineas de fuga, Resonancia y variación en la filosofía de Gilles Deleuze”.México 2011. Tesis para obtener el grado de Doctora en Filosofía. FF y L UNAM. p. 131

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