martes, abril 01, 2014

Identidad

He visto mucha películas en dónde la trama gira en torno a un ser humano, con ciertos complejos, vacíos, obsesiones (acaso no somos todos así) en donde de pronto a éste personaje le ocurre algo extraordinario, por alguna acción del destino se topa con un artefacto mágico, le cae un rayo, recibe polvo de estrellas o algo aún más descabellado y entonces se ve dotado de super poderes al día siguiente; no me refiero a ningún super héroe de la talla de Spiderman, no, estos casos tienen en común que siempre son reversibles, descubriendo justo la forma en la que en primera instancia fueron instaurados, y claro, después de haber aprendido la lección que este acto cósmico vino a mostrarles. Digamos que es una y otra vez la versión de Dickens distorsionada y con muchas vertientes. He visto películas así al respecto de casi todo, desde jugadores de football americano que de pronto tienen psique femenina, hasta hombres que escuchan los pensamientos de las mujeres, ancianos y jóvenes que intercambian personalidades, un hombre adinerado que despierta en una vida paralela si hubiese tomado la decisión de quedarse con su novia de preparatoria, un abogado casado y respetable que intercambia su psique con el mejor amigo que es un desmadre y hace películas softporno… en fin, la fantasía es la misma. Despertar una mañana y ser una persona totalmente distinta, la empatía etimológica en su máxima expresión, vivir en el cuerpo de otra persona inmerso en esa realidad, pero sin dejar de ser tú. 
Esto suena a experimento filosófico de Putman llevado a Hollywood. En efecto, la fantasía no siempre empieza bien, primero el shock, después empezar a aprender cómo es vivir en esa nueva realidad con todo lo que implica, aprender a valorar lo que se tenía en la anterior y claro, las vicisitudes que se tienen que enfrentar en ésta nueva realidad e intentar que nadie note que estás loco, porque en efecto, nadie te creería
si les dices que ese “no eres tú”.Últimamente creo que vivo justamente eso, un día desperté en esta realidad que no es mía y que me atraviesa por momentos delicada, pero en otros simplemente quiero ir a buscar la fuente, el rayo mágico, la lámpara, lo que sea para regresar… la parte interesante es que esta no es una película, aquí no hay vuelta atrás y sin embargo el aprendizaje no deja de ser el mismo. Tal vez tengo más suerte de lo que creo.
P.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario