Hoy venía sentada en el microbus muy incómoda y al no poder leer ya que el chofer tiene en pésimo estado su unidad y la poca luz que habita dentro es exclusiva y solo suficiente para sintonizar la estación de cumbias de su elección, me dedique a ver por la ventana hacía arriba, y el fijarme bien o lo más que podía ya que estoy estrenando graduación y hay cosas que no veo bien, me fije en que hay todo tipo de oficinas con la luces prendidas en las que supongo había personas haciendo alguna cosa de esas que se hacen en las oficinas, lo curioso de esto es que había una en particular en la que la ventada que daba al periferico tenía 11 luces indirectas que me permitían ver las paredes de madera, un gran escritorio, un par de plantas y una mujer sentada, fumando, desnuda viendo a su vez el gran rio de luces que se extendía bajo sus pies, no sé que pasaba por su mente, lo único que sé es que desde abajo ella me parecía tan triste, y seguramente ella desde arriba, lo estaba también.